Hace ya algún tiempo había leído excelentes comentarios sobre el servicio de Monse, así que esta es una espinita que traía desde hace bastante rato.

Y es que, desde sus fotos y sus publicaciones, hubo algo que me fascinó de Monse y en cuanto tuve la posibilidad, no lo dudé dos veces y decidí contactarla.

Le hice el anticipo y acordamos el horario. Ella me pidió que fuera súper puntual y en el camino hacia el hotel se mantuvo en comunicación constante conmigo para saber cómo iba. Creo que es la primera vez que contrato a una chica que llega justo a la hora acordada, tanto así que, apenas me estaba saliendo de bañar cuando suenan unos golpecitos en la puerta de mi habitación.

Monse es delgada y alta. Con tacones era casi de mi estatura y yo mido 1.80 metros. Ella se viste de forma poco usual para este medio, de manera ejecutiva, muy elegante. La verdad es que ella brilla por su porte y naturalidad, ya que llegó con un maquillaje bastante sutil, dejando que su belleza nata sea la que luzca. Ella es bastante higiénica y meticulosa con su aseo, tanto que, sin usar gota de perfume, su aroma seguía siendo limpio y fresco.

Desde que entra a la habitación se puede percibir una excelente actitud, como si fuera alguien a quien conoces de hace tiempo. Ella tiene una plática amena y rompe el hielo en pocos minutos, para entrar en confianza y pasar a la acción.

Algo que me gustó mucho de ella y que, muchas veces no pasa, es que me preguntó qué es lo que me gusta. Puede parecer una obviedad, incluso habrá quien crea que el trabajo de una acompañante es descubrir de forma casi instintiva cómo le gusta al cliente ser tratado, pero en mi caso, este detalle me agradó mucho, porque justo lo que le dije, fue lo que ella procuró hacer durante toda la hora.

Entre besos y caricias le quité la ropa y tras un rato de calentamiento en el que pude besar, chupar y disfrutar sus hermosos senos naturales, ella tomó una almohada de la cama y la tiró junto a uno de los espejos de la habitación, para después tomarme de la mano y llevarme hasta allá.

Ella se arrodilló en la almohada y comenzó a aplicarme un oral delicioso, con mucha saliva y con algo que me volvió loco: mucho contacto visual. En un momento, ella me guiñó un ojo de una forma tan coqueta que me derritió. Es raro, pero creo que estos detalles son los que muchas veces hacen la diferencia entre un servicio normal y un servicio de excelencia, de esos que se te quedan en la memoria.

2da parte

Ya en la primera relación, ella se montó encima de mí y así estuvo un buen rato, con unos movimientos increíbles y unas ocasionales contracciones que se sentían delicioso. Así, sin dejar que me salera de ella, cambiamos al misionero, donde no faltaron unos besos de lo más apasionados y ricos. No pasó mucho tiempo más y terminé por primera vez.

Descansamos unos minutos, empiernados, entre besos y una plática bastante amena y, tan pronto vio que mi amigo se recuperaba, me pidió que me echara un regaderazo para comenzar el round 2. Yo, ni lento ni perezoso, me apresuré para comenzar con la acción.

El segundo round comenzó de forma muy similar En esta ocasión, aparte de cowgirl y misionero, ella se puso en cuatro, dándome acceso a su trasero generoso, firme y bien torneado. Ella comenzó a pedirme que la nalgueara y yo empecé con algunas palmadas muy suaves, pero pronto ella me pidió que aumentara la fuerza. Se ve que esto es algo que ella disfruta mucho y la verdad es que eso también me calentó bastante, tanto que no aguanté más y terminé por segunda ocasión.

Llegada la hora, Monse tomó un baño, se vistió y se despidió con un beso que, le ruego al universo, al destino o a la entidad en la que decidan creer, que no sea el último beso entre nosotros dos.

Con pocas acompañantes he sentido que aprovecho tanto cada minuto de la hora contratada. Estar con Monse es un placer en todos los aspectos, desde su plática, su compañía y hasta cada pequeño detalle con el que lleva el sexo a otro nivel.

¿Que si repetiría? Sin duda, cada vez que mi presupuesto lo permita.

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Las reseñas de esta chica son en el sentido de que vives un momento único e irrepetible, desde que pregunta que te gusta y eso exactamente te da. Respeto 100% al cliente, nada de servicios carrereados que a los 5 minutos te están diciendo: "Dame tu lechita".

Para invertir 8 mil en una hora debe ser algo especial.

#inolvidable