

Kim Gold (Kimita) - México 🇲🇽 🍆 4⭐
Prólogo
Todo comenzó en un lejano 14 de junio del 2021, ese día Kimita se le había atorado una de sus dinámicas o rifas: Esta consistía en comprarle regalos de una lista en Amazon, su Wishlist. Desde que diseñó esa dinámica me di cuenta no se le vendería. Tenían la misma validez los boletos si comprabas un regalo de 800 pesos que uno de 5 mil.
En esos días era cuando casi lograba que me diera otra oportunidad de verla; ya nos hablábamos bien. El premio de esa dinámica era una noche completa a su lado, imperdible. Ella hace mención a la dinámica en su Twitter y yo comento que muchos diésemos cualquier cosa por estar con ella. Yo creo se compadeció y me propuso comprarle varios boletos y me vería varias horas.
Esa vez fue la del doctor Saúl que arruinó todo, como quiera que sea lo solucionamos, después de que movió varias veces la fecha; así como de su viaje a Egipto y Turquía. Regresando de aquel viaje no me decía nada, yo ya le había pagado todo. Estaba como siempre, haciendo como que la virgen le hablaba. Le mando un mensaje y me propone vernos un sábado: de 9 a. m. a 9 p. m. Que ofertón, el trato era originalmente por seis horas.
Nos pusimos de acuerdo, que le daría la diferencia. El arreglo incluía desayunar, ir a un parque, platicar mucho, comer y al final, pues yacer con ella. Luego me lo cambió, que era muy temprano y me redujo las horas, ya solo serían 11 horas, nos veríamos el sábado 14 de agosto a las nueve de la mañana.
El día previo, un viernes 13, cabalístico. Yo estaba muy indeciso, demasiadas situaciones habían pasado. Tenía hasta ganas de cancelarle, por esos días andaba Nika en tierras tapatías. Ese día fue de preparar todo para el día siguiente. Hasta fui a apartar todo al motel Riazor, habitación decorada con pétalos de rosa incluida.
Día del entierro
Me levanto después de dormir, esto es un decir; casi no dormí nada. Ya me aseo, me preparó, desayuno algo. Se hicieron las ocho, pasaron otros 30 minutos, y ella seguía sin conectarse. Empezaban las dudas y las ansiedades; ya eran un montón de veces que me cancelaba o me movía la fecha. Salgo de casa casi a las nueve, yo estaba que me moría por dentro: nada que se conectaba.
2da parte
Llegué hasta Galerías, una plaza comercial, compré algo. Y ya iba a regresarme todo triste y decepcionado a casa. En eso veo que se conecta, yo ya algo desesperado le comienzo a marcar. Contesta y empezamos a hablar, poco antes me mandó una foto con sus ojos rojos, que porque le ardían. Quería moverme otra vez la fecha, yo con todo ya listo. Escuchó un poco mi desesperación y aceptó vernos por fin ese día.
Esperarla fuera de Galerías, verla acercarse en el Uber, volver a acariciar mi mejilla después de meses. Ir a desayunar, platicar mucho, caminar por la calle, verla contemplar las flores; acompañarla al oftalmólogo y de compras. Luego ir a la farmacia para comprar las últimas provisiones para el entierro.
Llegar al Riazor, ella entró antes de mí, de todos modos la sorpresa de la habitación decorada ya se había arruinado; le había tenido que decir que ya tenía habitación apartada para que se animara a vernos ese día. Luego abrir sus regalos, ella me había dicho que me tenía un regalo, lo olvidó como casi siempre.
De lo de coger, pues lo de siempre: lo mejor de ella, cuando se monta, pero siempre es demasiado precipitada. Todo lo dio a cuentagotas, no es lo suyo el esforzarse por calentarte. Nos metimos al jacuzzi después de los regalos. Recuerdo que me agarra la escopeta, y me la dobla hacia el ombligo:
"Que vergota tienes"
Poco antes de salir del jacuzzi me dijo que la grabara con su celular meneando las nalgotas que tiene, delicioso. Cuando me la iba a chupar, lo que me gusta más, y los besos, no quiso sin condón esa vez. No me quería mamar ni las bolitas. Me vio todo triste, casi llorando y se decidió a darles unas buenas lamidas, succionadas, chupadas y demás a mis huevitos.
"Si te portas bien..."
Me dice, esto en referencia a que si no hacía cochinadas en esos días; pronto me daría oral natural, anal, terminado y todos los privilegios que alguna vez tuve con ella. Yo medio mañoso le dije que la contrataría de citas de una hora para no gastar tanto y recuperar esas delicias. Empezamos a platicar.
G: "¿A qué sabe el semen?"
K: "No sé, sabe diferente, depende de la alimentación de esa persona"
G: ¿A qué saben los míos?"
Recordando aquella vez que me descargué en su boquita. No contestó, y luego lle digo: "Hagamos algo, yo te los echo y luego me los das a probar". Claro que no aceptó, lo intenté. Enseguida le di masaje, llenándola toda de aceite. Ella le da masaje a mi verga, con aceite, de los highlights de la cita.
Me fascinó otra vez acariciar sus cejas, sus orejas, pasar su cabello una y otra y otra vez por detrás de ellas. Pero sobre todo, tocar y acariciar la vena que siempre se le marca en su frente, escuchar el latido de su corazón. Decirle que la única persona que me interesaba leyera mis historias era ella. Ver como sus lindos ojos brillaban por eso.
Como sea pasó la cita, habíamos estado casi diez horas juntos, no fue la mejor cita sexualmente hablando, pero volví a verla, a estar con ella. Al final abrazarnos y despedirnos, después de mí iba a deslactosar a un samaritano. ¿Qué como iba vestida? Con unas licras y una playera que decía Moschino, y desde luego, con sus tenis de 23 mil pesos, eso fue lo que dijo. Nunca ha sido de mucha iniciativa para los juegos sexuales, cumple con lo mínimo necesario, esa vez ni lencería llevó.
Epílogo
Después de esa vez vinieron citas muy buenas, y grandes momentos que viví junto a ella. Ayudarla muchas veces me gustaba. Después pues vino este año, la falta de ganas de su parte, los pretextos; mis quejas, mis lamentos, las tonterías de siempre y ya fue lo que fue. Pensar que esa vez la vi después de tanto tiempo junto a la parada de los camiones en Galerías y la última vez que la vi, poco antes que se derrumbara todo, fue en el mismo lugar. Caprichos del destino, los ciclos de la vida, de la perra vida.
FIN
Candy Rank
🍭🍭🍭🍭
Una aceptable actuación de esta chica, a pesar de sus dolencias físicas acudió a la cita. Su carisma y forma de ser, y desde luego su belleza y físico demoledor, lo mejor de ella. Se sabe bella y economiza cada esfuerzo, un poco más de intensidad y entrega faltan.
#Mejorable