#SamadhiZen #CDMX

• Diva: Samadhi Zen

• País de origen: Paraguay

• Arancel: $4,000 (1,000 de anticipo)

• Servicio incluye: Relaciones ilimitadas, oral natural, besos bien dados

• Lugar: Kali

• Fecha: Julio 2025

• Puntualidad: Exactamente a la hora

• Reseña: ¡Después de estarla siguiente por un tiempo y no poder cuadrar algo, por fin se me hizo la oportunidad de conocer a esta dulzura! Nunca he estado con una paraguaya y pues también quería agregar otra estampita a mi pasaporte.

Lo que me llamó mucho la atención es su constante participación en Divas, inclusive hasta algunas veces perece algo “mamona” por lo que dice (¡ella me conto esto en la habitación eh!), pero más que nada lo que me llamo la atención es ese cuerpazo que se le ve! En todas las fotos que pone se ve bien deliciosa. Aparte, esa carita de ángel concuerda muy bien con ese cuerpo.

La contacté con varias semanas de antemano para poder garantizar una cita durante mi visita a CDMX. Cuadramos para un lunes en la mañana fuera de los lugares típicos. Llego al hotel vestida muy discretamente con una camisa y falda negra y una gabardina café. A primera vista super que fue toda una buena elección conocerla.

Ya en la habitación me llegó su ahora deliciosa. Traía un perfume de Valentino (le tuve que preguntar que llevaba al siguiente día). Empezamos a platicar y a cachondear. Empezó con unos besitos de a piquito, pero ya pronto nos estábamos comiendo como si fuéramos novios de hace mucho tiempo. ¡Empezó a desvestirse y por fin puede admirar en persona el cuerpazo que se trae! Neta que no quede para nada decepcionado con este cuerpazo.

Agarró una almohada de la cama y se hinco en el suelo para comenzar a besar y chupar mi soldado de carne. Ella tiene un truquito que hace que su lengua se mueva bien rápidamente y la sensación que da es única. Eso no lo había experimentado antes. Ya desvestida, la acosté en la cama y le seguí besando el cuerpo. Bajé a su vientre y miré esa flor deliciosa. A mí no me gusta dar oral, pero por primera vez en este deporte, me animé a comérmela. Olía y sabía rico.

Después de un rato y después, de dejarla bien ensalivada, paso a enfundarme y a hacer el delicioso. Lo hicimos suavecito y bien rico. No sé, la veía como si fuera una muñequita de porcelana y no la quiera romper. Si de vez en cuando, puse la aceleración y le daba duro. ¡¡Ponérmela en cuatro fue toda una fantasía!! Eso también fue mi debilidad. Se nota claramente que dedica e invierte en cuidar su cuerpo.

Después de terminar, no acostamos en la cama un rato para platicar. Desafortunadamente, la hora paso muy rápido y tuvimos que decir adiós. Cuando se fue de la habitación, esta quedó oliendo a Sam. Igual al siguiente día la habitación seguía oliendo a su aroma, bien pinche deliciosa.