

Nahomi Arantes - Venezuela 🇻🇪 👸 5⭐
Nombre: Nahomi Arantes - Venezuela 🇻🇪
Ciudad: Ciudad de México.
Lugar: Villas Patriotismo
Fecha: 11 de julio de 2022.
Twitter/Instagram: @nahomi_arantes
Teléfono: 55 6706 3937.
Telegram: No lo sé.
Arancel: 3,500 pesos.
Anticipo: No.
Forma de pago: Efectivo
Tiempo acordado: 1 hora.
Rostro: Muy bello.
Complexión: Delgada con nalgas grandes y redondas.
Imagen (Photoshop): Nada.
Abdomen: Plano.
Tatuajes: Alguno pequeños, letras.
Cicatrices: No.
Estatura: 1.60 aproximadamente.
Accesible (se deja hacer): Muy accesible.
Oral a ella: No le hice.
Besos: Suaves, unos duros y me tocó lengua.
Oral natural: Natural
Atención a los huevos: Sí.
Oral con baba: Sí.
Anal: No pregunté.
Terminado cuerpo: No pregunté.
Terminada boca/cara: No pregunté.
Extras: No.
Actitud: Excelente.
Tema de conversación: Es excelente conversadora.
Puntualidad: Buena.
Uso de celular: No lo tocó en toda la hora.
Calificación: 10 de 10.
Estimados colegas:
Reseña
Esperando que se encuentren bien, hoy quiero hacer la descripción objetiva de mi experiencia sexual con Nahomi. Esta mujer conocida por ser dueña de una belleza exquisita. Por increíble que parezca, no había tenido el gusto de hurgar entre sus partes más blandas.
Llegué a ella de forma indirecta porque otra dama me había cancelado. Después de la cancelación me puse en contacto con ella y cuadramos en instantes.
Bien, como todo “animal de costumbres” comenzaré la descripción del evento en el momento que abro la puerta. Llegó y me plantó un beso muy rico. Pasó a dejar sus cosas y desarrolló el previo que es muy similar en todas las damas cuando es la primera vez, preguntar por generalidades.
Una vez desahogado el interrogatorio, brevísimo, comenzamos a quitarnos la ropa al momento que peguntábamos trivialidades. Ya desnudos y yo aún con palabras en la boca, ella me indica con voz sugerente: “ven acá”, con los brazos abiertos y una sonrisa.
Así fue como me acerqué e inició el “faje”. Sinceramente me sorprendió porque pensé que era “fresa” y la verdad los besos fueron profundos, muchos y hasta me decía: “dame la lengua” y la chupaba como un miembro. Dije: ¡vamos bien!