Nombre: Dalila Paez - Colombia 🇨🇴

Ciudad: CDMX.

Lugar: Villas Patriotismo.

Fecha: 4 de julio de 2022.

Twitter/Instagram: @Paez77733

Arancel: $ 3500 pesos

Anticipo: No.

Forma de pago: En efectivo.

Imagen (Photoshop): No.

Rostro: Hermoso.

Complexión: Buenísima.

Abdomen: Plano.

Tatuajes: No.

Cicatrices: No.

Estatura: 1.60 aprox.

Número de relaciones: 1.

Accesible (se deja hacer): Sí.

Oral a ella: Sí.

Besos: Sí.

Oral natural: Sí.

Tiempo acordado: 1 hora.

Actitud: Excelente, muy cariñosa.

Puntualidad: Buena.

Atención a los huevos: Sí.

Oral con baba: Sí.

Anal: No tengo conocimiento de ello.

Terminado cuerpo: No tengo conocimiento de ello.

Terminado en boca o cara: No tengo conocimiento de ello.

Extras: No.

Uso de celular: No.

Tema de conversación: Amena y grandilocuente.

Calificación: 5 paletas, 10 de 10.

Reseña

Estimados todos:

Esta ocasión comparto con ustedes la experiencia vivida y disfrutada con una mujer que se robó toda mi atención. Ella era un pendiente delicioso que demandaba urgencia. Obviaré su esplendorosa belleza porque es de todos conocida, empero sí destaco su actitud. Es una mujer que desde el primer contacto con ella proyecta su exquisita personalidad.

Una de sus cualidades que copa ese continente de la personalidad, es su carisma, se trata de un elemento que esta por encima de todos sus otros atributos físicos e incorpóreos. Alguno pensará que es su “técnica de engache” y quizá sí, pero reconozco que la tiene bien trabajada.  

Bien, fiel a mi costumbre omitiré los previos a la cita, en virtud de que está sobreentendido. Inicio desde que abro la puerta, al abrirla quedé gratamente sorprendido, pues es aún más bella en persona y cuando comenzó hablar, su acento paisa conmocionó todo mi instinto animal. Saludó, enseguida me plantó un beso espeluznantemente profundo, que dicho sea de paso, notó que estaba anonadado, por eso paró y pasó a dejar sus cosas. Procedió a poner música para iniciar con los “juegos sexuales”.    

“El oral”. Con la música de “Reguetón” bailaba y repagaba su trasero en mi “serpiete” que no tardó en responder a ese estímulo. Cuando se percató que estaba a tope se bajó a darle sus “chupadotas”, con una técnica demasiado rica. Ahí estuvo como diez minutos aproximadamente, la tuve que quitar porque casi me chispa todo el “veneno”, lo cual no estaba dispuesto a que sucediera.