Nombre: Ane Mel - Brasil 🇧🇷

Ciudad: Ciudad de México

Lugar: Su departamento cerca de Reforma

Fecha: Sábado 07 de Octubre del 2023

Twitter/Instagram: @Anemel13

Teléfono: 9982290122

Telegram: @anemelina13

Arancel: $3000 MXN

Anticipo: ninguno

Forma de pago: efectivo

Tiempo acordado: 1 hora

Rostro: linda

Complexión: fitness

Imagen (Photoshop):

Edad aproximada: 25-30 años

Abdomen: abs marcado,

Tatuajes: sí, varios, en la espalda, trasero y piernas

Cicatrices: ninguna

Estatura: 1.60

Accesible (se deja hacer): absolutamente todo

Oral a ella: el mejor que he probado

Besos: sí

Oral natural: sí

Atención a los huevos: sí

Oral con baba: sí y varios escupitajos

Anal: sí con extra

Terminado cuerpo: sí

Terminado boca/cara: sí

Extras: anal por $1500, oral natural

Actitud: amable, servicial y muy accesible

Tema de conversación: De todo lo posible: aspiraciones y metas, gustos y pasiones, experiencias y problemas.

Puntualidad: Hubo un contratiempo inesperado

Uso de celular: Solo para unas fotos que nos tomamos

¿Cumple con el tiempo pactado? Sí

Calificación: 9.4

¿Repetirías? Tengo varias chicas en lista de pendientes pero honestamente sí, sí repetiría. Me hizo venir muy rico.

#CandyRank: 🍭🍭🍭🍭🍬

Reseña

Quien medianamente me ha leído en los chats de estos grupos sabe lo mucho que me gustan las brasileñas. A Ane ya la he tenido en la wishlist desde el año pasado. Me gusta su tono de piel, sus piernas grandes y su trasero además de la clásica "marquinha" del bronceado brasileño. Algo sublime, espectacular e increíblemente sexi.

Después de un largo exilio en la tierra de "las hamburguesas y las papas fritas" y después de haber conocido a varias compañeras de trabajo del otro lado del atlántico, muy lindas pero de desangelada pasión mi sangre hervía por estar nuevamente con una latina.

Le escribí un par de días antes y la confirmación de la cita. Quedó sellada para el día sábado para las cuatro de la tarde. Todo pintaba bien, intercambiamos varios mensajes antes de la cita. No me gusta ir a CDMX pero a veces vale la pena aguantar el tráfico, las multitudes y la gente grosera para ir a comer bien.