
Alexa Burke 💎 5⭐
#AlexaBurke #CDMX
• Diva: Alexa Burke
• País de origen: Paraguay
• Arancel: $3,500 MX 1 hora (Anticipo 500)
• Servicio incluye: Oral natural, trato de novios, 2 relaciones.
• Lugar: City Light
• Fecha: 23 de diciembre 2024 15:00 horas
• Puntualidad: 30 mins tarde (comprensible y siempre estuvo en comunicación)
• Reseña:
"Alexa, la paraguaya de ojos azules hipnóticos y 120 cm de cadera: un cóctel de tentación y lujuria."
Alexa estaba en mi lista de pendientes desde que vi sus fotos atrevidas y ese gran trasero que me “hacía ojitos”. Además, nunca había estado con una paraguaya, y su tierra guaraní siempre me ha llamado la atención por la calidez de su gente. Así que decidí contactarla y agendar nuestra cita para el 23 de diciembre a las 3:00 pm, con un depósito previo de 500 MXN. Como de costumbre, llegué antes al hotel para hacer mi rutina de aseo. Ella me avisó que venía en camino —algo comprensible dadas las fechas y el tráfico— y, a la hora acordada, tocaron a la puerta.
La recibí con un vestido celeste y tacones negros con toques dorados; una mujer alta (1.67 m) y realmente hermosa . Conversamos un poco para romper el hielo y, cuando se sentó en la cama y nuestras miradas se cruzaron, quedé fascinado con sus hipnóticos ojos azules. Al evocar ese instante, vuelvo a sumergirme en la hipnosis de su mirada azul, imposible de apartar.
Luego se quitó el vestido, permitiéndome admirar esos 120 cm de cadera. No se trata de una mujer ancha, sino más bien de figura delgada, pero con un derrier que es un monumento a la sensualidad. Empezamos a besarnos y, ¡wow!, ella literalmente te devora con esos besos llenos de lengua; jamás había experimentado algo tan intenso. Olvidas al instante que hay dinero de por medio, porque su forma de besar eleva la temperatura y hace que todo fluya con absoluta naturalidad, como si te encontraras con la cálida pasión de Paraguay personificada en Alexa.
Procedí a recostarla boca arriba para continuar con besos apasionados, lamer y succionar sus pezones. Luego, bajé a su intimidad y empecé a besar los alrededores, dando suaves lengüetazos en su clítoris. Me deleité varios minutos saboreándola, hasta que llegó su turno de explorar mi miembro con su juguetona lengua. Después, me colocó el preservativo y se subió a cabalgar sobre mí. Hasta ese momento, todo fluía en medio de sus gemidos, pero al montarse sobre mí se transformó en alguien más atrevida y perversa, susurrándome: “¿Quién es tu putita?”.
Esa frase lo cambió todo, dándome la señal para intensificar el juego. Tomé su cuello con firmeza pero con precaución, la nalgueé mientras ella se movía cada vez más rápido. Subí mi pelvis para lograr una penetración más profunda, mientras ella seguía soltando frases aún más provocadoras que elevaban la temperatura y la intensidad del momento.
Después de levantarnos, la coloqué en posición de perrito, desde donde pude penetrarla disfrutando la vista de esos 120 cm de cadera rebotando contra mi pelvis. Aproveché para saborear sus curvas con mis manos, acariciando y nalgueando. Luego la volteé para penetrarla en misionero, con la ventaja de apreciar su rostro y esos ojitos que me enloquecen.
Le pedí que se montara sobre mí en vaquerita invertida; no podía irme sin contemplarla en esa postura. Sus “sentones” fueron tan intensos que le pedía aún más fuerza para llegar al clímax. Después de unos minutos, decidimos tomar un descanso y conversar un poco, pero el tiempo de la hora se agotaba.
Ella se metió a la ducha, y tuve una última oportunidad de admirar esas nalgas increíbles; me moría por tenerla de nuevo, pero no alcanzaba el tiempo. Finalmente, se cambió y nos despedimos con un beso que selló un encuentro inolvidable.