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• Diva: Alicia Bella

• País de origen: Argentina.

• Arancel: $4,000 /Hora (Mil de anticipo).

• Servicio incluye: Besos, posiciones ilimitadas, oral natural (recibe y da), hasta dos relaciones en la hora.

• Lugar: Hotel Pasadena.

• Fecha: 19 Abril 2025 (Sábado de gloria).

• Puntualidad: Excelente.

• Reseña: Como dijo Erin Morgenstern: "Los mejores placeres son siempre los inesperados". Y vaya que no me esperaba lo que sucedió aquella noche.

Todo comenzó con una salida al teatro donde me dieron tremendo plantón. Con el sentimiento de rechazo y la fiel creencia de merecer un buen consuelo, procedí a escribirle a Alicia. Ya había llamado mi atención hace un par de semanas. Le pedí informes, deposité el anticipo (vale totalmente la pena), y acordamos vernos en el hotel Pasadena.

Un poco nervioso, por la cita que pactamos con tan poca antelación, llego al hotel, me instalo y procedo con el aseo básico. A los pocos minutos tocan a la puerta...

Dicen que la belleza se encuentra en los ojos del que la mira. Esta afirmación no podría estar más lejana de la realidad. La primera impresión que vivirá en mi memoria de Alicia es de una mujer bellísima, con un par de ojos en los que puedes ver reflejado todo lo que es hermoso en este mundo, un rostro digno de las más grandes galerias de arte y un cuerpo que parece fue esculpido por el mismísimo Miguel Angel.

Después de saludarnos con un pequeño beso, acomoda sus cosas y de su bolsa saca un par de conjuntos de lencería. Uno negro que incluía medias y uno rosa un poco más sencillo. Como buen amante del arte, elegí el conjunto negro con toda la intención de ver esas exquisitas piernas calzadas en un par de medias.

Una vez cambiada, y yo sintiendome preparado para todo lo que se avecinaba, se acerca y se sube encima de mí. Sigo anhelando el roce de mis manos con sus piernas y la piel más suave que he tenido la dicha de acariciar; el sabor de su boca en la mía y el travieso movimiento de esa lengua que aún me guardaba muchas sorpresas.

Dando paso a un oral del que me atrevería a decir hay pocos en el medio que se le igualen, me llevó a detenerla por un momento y decir "Espera, espera... estás sobrecalificada para hacer esto". Las palabras no bastan para describir todo lo que te hace sentir, tienen que vivirlo.

Me enfunda y se monta como si fuera un charro en medio jaripeo. Dandome a probar un par de fantasías que tenía pendientes, me hace venirme como sacerdote en celibato.

Fue tan placentera la experiencia que no pude soportar más tiempo para volver a verla, así que pagué una segunda hora.

La segunda hora fue aún más intensa que la primera. Pero esos detalles se quedan vivirán en nuestras memorias. Solo puedo decirles que escucharla gritar podría tentar al diablo en persona.

Estar con alicia podría considerarse una inversión a descubrir nuevas formas de placer y no puedo esperar a descubrir todo lo que me falta.