#GiaPrado #EdoMex

• Diva: Gia Prado

• País de origen: México

• Arancel: $3,500 por 1 hora / $4,500 1 hora y media (Promo).

• Servicio incluye: Sexo oral con condón (se puede sin, con extra y sujeto a una inspección). Relaciones Ilimitadas durante el tiempo pactado.

• Lugar: Hotel Tikal (Tlalnepantla), Habitación 201.

• Fecha: 6 de Noviembre del 2024.

• Puntualidad: Llego una hora tarde por el tráfico, sin embargo aviso con tiempo.

• Reseña: Estuve intentando por algunas semanas concretar un encuentro, sin embargo debido a mi ubicación (Satélite, Edo Méx) me fue difícil encontrar a alguien que pudiera venir hasta acá y sobre todo que los tiempos coincidieran.

Vi las fotos de Gia y quedé maravillado con su belleza, decidí aventurarme a preguntar por su información y ella, amable en todo momento, contestó y me la brindó. Hablamos de cuál sería el día más cómodo para ambos poder concretar el encuentro y definimos que fuera el día de hoy, ya que por mi profesión y su agenda, era el único día en que coincidíamos en día y hora.

Un día antes ella muy amablemente me contactó para poder confirmar el encuentro, a lo que respondí que sí. Llegó el día y al ser un encuentro temprano, apenas hice unas cosas y ya era hora de vernos, sin embargo una hora antes de lo pactado, mandó un mensaje comentándome que por diversas situaciones (que se tomó el tiempo en explicar) llegaría tarde. Preguntó si estaba bien y respondí que no había problema, que podía modificar mi agenda aún.

Llegó la hora y nos vimos en el lugar acordado, tocó la puerta y yo la abrí, en cuanto entró quedé maravillado con lo bonita que se veía y lo bien que olía. Me dio un beso tierno en la boca y me preguntó cómo estaba, platicamos un poco y se retiró al baño, no pasaron ni 5 minutos y ella salió con una lencería que la hacía ver, verdaderamente como una diosa, seguimos platicando y mientras tanto ella acariciaba suavemente mis partes, yo poco podía concentrar me con semejante dama frente a mí.

La plática seguía y ella cada vez se acercaba más a mi. Me besó empezando de lo tierno hasta lo apasionado mientras seguía tocándome, me quitó la ropa y comenzó a masturbarme mientras me besaba. Después me dijo que me haría sexo oral y yo encantado me acomodé, me preguntó si quería que lo hiciera sin condón, pero que tendría un costo extra. Respondí que sí, que sin condon lo deseaba.

Ella prestó mucha atención a mi miembro y hablamos un poco mientras tanto (en todo momento ella mantuvo de alguna forma contacto). Lo introdujó en su boca y comenzó a hacerlo, primero despacio, y cada vez lo empezó a hacer succionando más fuerte, utilizando mucha saliva y también lamiéndolo mucho, ella volteaba a verme de vez en vez haciendo una cara de excitación maravillosa.

Yo le iba quitando la lencería para desnudarla por completo mientras esto pasaba. Después la acosté sobre la cama y comencé a besarle los labios, el cuello y los senos. Notaba como su cuello comenzaba a tornarse rojo y cerraba los ojos frunciendo el ceño en señal de lo excitada que estaba.

Fue momento de entrar en ella, suavemente y poco a poco mientras la besaba en su cuello. Ella callada dejaba salir gemidos sutiles. Empezamos suave y poco a poco comenzamos a subir la intensidad, los dedos de sus pies se contraían y cada vez dejaba salir más y más gemidos. Su pecho se había tornado de rojo, igual que sus mejillas.

Comencé a hacer más y más fuerte y rápido, y llegando a un punto en el que estábamos verdaderamente fuerte y rápido, ella tenía y ponía sus manos en mi pelvis para impulsarme a hacerlo aún más fuerte, mientras me decía que siguiera así y no parara. Yo hice caso y continuamos.

Debo confesar que comenzaba a resistir el cansancio, tal vez ella lo notó y me pidió ponerse sobre mi, acepte de inmediato. Ella se puso sobre mí y comenzó a poner el ritmo, iba más suave pero con movimientos más marcados, me besaba mientras gemía abriendo su boca sobre la mía.

Hacíamos contacto visual todo el tiempo. Y me pidió que lo hiciera de perrito, por supuesto yo accedí. Comenzamos a hacerlo de esa forma, y pasamos a lo duro y rápido. Ella gemía, apretaba las sábanas, sus pies se ponían en punta con fuerza y su espalda baja delataba lo excitada que estaba con un color rojo intenso. Todo su cuerpo estaba caliente. No pude resistir más y terminé.

Salí con cuidado de ella, y súper amable se levantó a darme un par de toallas húmedas para limpiarme. Ella también se limpió y platicamos un rato más en la cama desnudos, ella acariciaba mi pierna, yo la de ella y esporádicamente nos tomábamos la mano. La conversación era muy agradable, pero era momento de irnos, ella tomó una ducha, se cambió de ropa, se lavó los dientes y se despidió.

Definitivamente volveré a contactarla, pues fue un momento muy agradable.