#LucyBarreto #CDMX

• Diva: Lucy Barreto

• País de origen: Colombia 🇨🇴

• Arancel: $3,000 + Uber

• Servicio incluye: Posiciones + Oral con condón, relaciones ilimitadas.

• Lugar: VP Vintage

• Fecha: 20 de mayo 2025

• Puntualidad: Llegó minutos antes.   

• Reseña: Por segunda vez me encontré con Lucy. Desde nuestro primer encuentro, quedé tan maravillado que no pude sacarla de mi mente durante semanas. Sabía que tenía que verla de nuevo, así que la contacté. Con su amabilidad característica, rápidamente acordamos una nueva cita.

El día llegó y me dirigí al VP Vintage en Satélite, uno de mis hoteles favoritos. Llegué unos minutos antes de la hora pactada. Al abrir la puerta, ahí estaba ella: hermosa, con un peinado que le quedaba perfecto y un vestido corto que la hacía parecer una princesa. Su fragancia era encantadora y el brillo en sus labios, hipnotizante.

La invité a pasar. Me reconoció al instante y me abrazó con la calidez de una vieja amistad; pude sentir su entusiasmo genuino por verme. Conversamos un rato sobre cómo le había ido desde la última vez. La charla fue tan amena como lo esperaba.

Antes de continuar, tomé una ducha y me cepillé los dientes frente a ella —una cortesía que considero importante para generar confianza. Al salir, me recosté en la cama. Ella se desvistió poco a poco mientras seguíamos conversando. Todo fluyó con naturalidad; su carisma y soltura creaban un ambiente cómodo. Mantuvo la ropa interior puesta, como una invitación para que yo la retirara.

La atracción entre nosotros era innegable, y tras semanas de espera, no quise contener más mis deseos. Me acerqué a ella, le quité la ropa interior con suavidad y ella me colocó el preservativo antes de iniciar. Luego tomó la iniciativa, posicionándose sobre mí con delicadeza. Me esforcé por contener la emoción del momento.

Cuando cambiamos de posición y ella se recostó bajo mí, la intensidad creció hasta que finalmente llegué al clímax. Con gentileza, me ofreció papel para limpiarnos. Después de una ducha rápida, compartimos algunos minutos más de charla antes de despedirnos —yo debía volver al trabajo.

La acompañé al elevador. Nos despedimos con afecto y gratitud por el tiempo compartido. Sin duda, volví a disfrutar mucho de este encuentro, y ya empiezo a impacientarme por el siguiente.