Vi que había llegado una nueva paraguaya a la ciudad, recomendada por Abril. Decidí tomar la iniciativa y contratar a Victoria Beltrán. En las fotos que vi, era deslumbrante.

Desde el primer mensaje, su amabilidad fue evidente. Me proporcionó su información y acordamos una cita. Ella se mantuvo en contacto constante para coordinar nuestros horarios. Debido al tráfico, llegué un poco tarde, pero ya le había avisado. Con amabilidad, me dijo que no había problema y que también se dirigía al hotel.

Al llegar, pedí la habitación y le envié el número de cuarto. Justo cuando abrí la puerta, el teléfono de la recepción sonó: Victoria ya estaba en el hotel. Le di acceso y esperé ansioso dos minutos hasta que subió.

Cuando abrió la puerta, me quedé sin aliento ante su belleza. Era una mujer espectacular, con curvas que desbordaban sensualidad. Entró y me saludó con un beso. Mientras ponía música para crear un ambiente relajado, comenzamos a charlar.

Con la música de fondo, ella se acercó a mí y comenzamos a besarnos apasionadamente. Mis manos recorrieron sus caderas voluptuosas y acariciaron sus pechos firmes y grandes. Había erotismo en el ambiente; lentamente, nos quitamos de la ropa, hasta que ella tomo mi miembro y quedo enfrente de ella. Ella continuó acariciándome, mientras yo recorría su cuerpo con mis manos.

De repente, se arrodilló y comenzó a darme un oral. La sensación era indescriptible; cada movimiento suyo era delicioso. Era como estar dentro de una película erótica con una mujer que todos tenemos en la mente, bella y buenisisma.

Después de un rato, decidí devolverle el favor. Su cosita suave, rosita y sin malos olores. Sentí cómo su cuerpo se estremecía bajo mis caricias, lo que aumentaba mi deseo hasta que ella alcanzó el orgasmo.

Ella tomó el condón y comenzó a montarme suavemente, mientras yo disfrutaba cada movimiento queriendo mas intensidad hasta que agarramos un ritmo como a mi me gusta. Probamos diferentes posiciones, pero cuando sentí que no podía más, me dejé llevar hasta que me vine. Sin embargo, ella seguía moviéndose cada vez mas duro, pidiendo más.

Victoria es realmente impresionante: alta, alrededor de 1.73 mts, un verdadero 10 en belleza; las fotos no le hacen justicia al mujeron que es ella.

Charlamos un poco más antes de que el tiempo se agotara. Aunque deseaba quedarme otra hora, tenía que regresar al trabajo. Le pedí que guardara mi contacto; le comenté que no sería la última vez que nos veríamos.

Realmente no sé qué tienen las paraguayas, pero son increíblemente hermosas y Victoria es una clara representante de esa belleza despampanante.