Buscando qué opciones había en mi ciudad, me topé con la visita de Danna. Busqué información y, aunque no había mucha, lo poco que encontré era bueno. Así que decidí contactarla para pedir su información.

Me respondió muy rápido. En una conversación de 8 minutos ya habíamos acordado vernos al día siguiente a las 11:30 am. Le deposité los $500 que pide para agendar y el trato quedó hecho.

Llego al lugar 20 minutos antes de la hora y le aviso que ya estoy listo. Me confirma que ya va en camino y yo aprovecho para asearme y estar listo. Llaman a la habitación para confirmar si la estoy esperando y les confirmo que pueden dejarla entrar.

Escucho sus pasos y me acerco a la puerta. Espero a que timbre y procedo a abrir. Me encuentro con una MILF (desconozco su edad, pero esa fue mi impresión) de medidas descomunales. Un poco informal su vestimenta, pero al final, el chiste es quedar desnudos.

Entra con una confianza como si ya nos conociéramos, me planta un buen beso con agarrón de miembro y yo hago lo mismo con esas nalgas enormes que tiene. Le indico que su regalito está en la mesa y me dice "no te preocupes papi, eso lo vemos después". Ni volteó a ver los billetes ni mucho menos los tomó.

Empezó el cachondeo sin rodeos, besos atascados, agarrones de todo y me dice "ya estás bien listo papi, vamos por la primera que así da tiempo de 2, 3 o hasta 4". Y me pide que me siente a la orilla de la cama para el oral. Un buen oral, recorriendo todo y sin descuidar detalles. Me dice que no quiere que me venga aún, que mejor le para y aprovecho para pedirle que se acueste para devolverle el favor. Procedo a hacerle oral y todo perfecto, sin olor, sin sabor raro. Me quedo unos minutos disfrutando y escuchando sus gemidos.

Se incorpora y me dice que lo hagamos de perrota (así le llama ella y vaya que tiene razón). Ver esas dimensiones en 4 es algo digno de disfrutar. La penetro y empieza a moverse muy rico. Me pide que le dé nalgadas (no acostumbro a hacerlo, así que fueron muy leves al principio). Me dice que más duro y se siente cómo disfruta cada nalgada, su cadera se contrae y sus gemidos aumentan. Yo la veía por el espejo y seguía apretando sus caderas y nalgas. Le dimos por varios minutos hasta que terminamos.